miércoles, 17 de junio de 2009

LA MALDITA Y MIS LIBROS

El moto taxi le paso por encima, se arrastraba débil por medio de la pista, sin nadie que le preste ayuda, mi madre, se acerca despacio, recoge al gatito, y le pone en una caja con retazos de tela, al día siguiente el gato apenas podía caminar, mi madre, con mucho entusiasmo , le pone leche en un envase, el gato estira el cuello, y bebe su leche, al día siguiente el gato ya estaba más recuperado, acostumbrándose a su nueva casa, corre por todos lados, rasga las telas que vee , se mete en los zapatos, y juega con una pelotita de goma, se le bautiza con el nombre de “MALDA” en honor, a la gata perdida de mi madre, “maldita” (de cariño) es la más mimada en mi casa, yo, me levanto, temprano, dispuesto a ir a la universidad, después de asearme, mi madre me dice (antes que yo le pregunte) que me prepare solo el desayuno, que tengo manos, acaso las mujeres hacemos los que haceres del hogar con otra cosa? –finaliza-, apenas termina de decir esas palabras, va a la cocina y fríe un pedazo de pollo con aderezo y todo, y se lo da en un plato a la “maldita”, que cariño, Malda, ya se sentía dueña de la casa.

En mi cuarto tengo una biblioteca, muy bien surtida, de una variedad de libros, pasando de economía hasta literatura regional, estaba en pleno , re-ordenamiento de la misma, hasta que me dio la noche, y tenía que salir, cuando regreso, entro a mi cuarto, cansado, me siento en mi cama, y huelo un olor extraño, huelo a “mierda de gato”, ptm, pensé, seguro este gato de mierda ya se cago en mi cuarto, y es así, que en un minuciosa investigación olorifica, llegue con el paradero del pedazo de escoria , el gato se había cagado, en un libro de “IMRE KERTEZ”, el maldito gato, se cago encima de un premio nobel de literatura , la sangre me hirvió hasta la cabeza, agarre de puntitas el libro, y con mucho cuidado lo lave, pasado unos días, y después de un baño de jabón y perfume, “Yo, otro”(I.K), era el libro más limpio y oloroso de mi cuarto, tanto así que me dio ganas de re-leerlo, me lo puse a leerlo otra vez, hasta que me quede dormido, con las interrogantes y el sarcasmo de Imre kertez, al día siguiente tenía que ir muy temprano a clases, al regresar de noche, me echo en mi cama, cuando de pronto, una hilera de olor putrefacto mesclado con perfume me advierte que este gato, se volvió a cagar, reviso todo, y no encuentro nada, hasta que reviso bajo mi cama, y mi ira fue tanta al descubrir que, nuevamente este gato se había cagado en mi libro, esta vez hasta se orino, dejando manchas amarillas por todo el ejemplar, busque con furia al gato, lo encontré y lo mande de un solo aventón tan lejos como pude, creo que llego hasta dos casas mas allá, IMRE KERTEZ, no pudo ser salvado, lo mire con tristeza, ayer nomas te volví a leer, ahora ya me da asco tocarte, y con mucha tristeza, lo puse en mi huerta, para que este muera lentamente, tal vez con las lluvias, no podía meterlo en el tacho de basura, solo dejarlo ahí, solo , hediondo, cochino, inmundo, me lave las manos y me metí a dormir, al día siguiente, algo me jalaba los pies, me daba mordiscos, me jalaba con sus garritas, abro los ojos y era la “malda” jugando con mi pie derecho , miro al gato, ella me mira moviendo la cola, como diciéndome “otra vez, otra vez”.